domingo, 23 de septiembre de 2012

Día de tregua

 Hoy es de esos viernes que saben a domingos, en los que no te apetece hacer nada y no quieres existir para nada ni nadie. Estoy cansada de disimular y fingir que soy una persona fuerte que puede y va a poder con todo lo que le venga por eso hoy es mi día de tregua me toca bajar la guardia, relajarme y desahogarme tumbarme boca arriba en la cama mirar al techo escuchar la música que me va en ese momento y desahogarme: llorar... Llorar para después poder seguir poniéndome ese disfraz tan chulo que a todo el mundo le gusta en el que me dedico a mostrar que soy una campeona que he asumido todo lo ocurrido y que ahora solo tengo ganas de vivir como una loca que es como mejor se lo pasa una... Llevar ese disfraz todos los días cansa, agota, agobia... sonreír cuando no te apetece a quien no quieres no es fácil o comportarte de una forma cuando lo que quieres es gritar y descargarte es horrible son muchas cosas acumuladas y por eso existen estos días en los que me dedico a ir "desnuda" descargándome de todo ese peso, en parte me gusta tener a alguien con quien descargarme me es incómodo pero siempre acabo más relajada pero como nunca me ha gustado que me vean llorar recurro a esos sábados que paso solísima en el sur en los que aprovecho para tumbarme ver las estrellas fosforitas de mi techo y escuchar mi lista de reproducción  y lloro, lloro hasta que no me quedan lagrimas que derramar para asegurarme que ya no tengo de lo que apenarme en un tiempo y esto hasta mi próximo día de tregua



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